¿Sabes
lo que es un mito?
¿Has
escuchado alguno?
Vamos
a conocer un poco más sobre él
Un mito es un relato tradicional que se
refiere a acontecimientos asombrosos, protagonizados por seres sobrenaturales o
extraordinarios tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes
fantásticos.
Los mitos forman parte de una cultura o de
una comunidad, la cual los considera historias verdaderas. Al conjunto de los
mitos de una cultura se le denomina mitología, ésta sustenta la cosmovisión de
un pueblo.
Según
algunos antropólogos el mito tiene tres características que son:
- Trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la tierra, la muerte, el nacimiento y similares.
- Está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres o bien contra mal.
- Proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia.
Se
pueden distinguir varios tipos de mitos:
- Cosmogónicos: este tipo de mitos intentan explicar la creación del mundo, de ellos existe la mayor cantidad y se han extendido universalmente.
- Teogónicos: estos relatan el origen de los dioses.
- Antropogénicos: en ellos se narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia viva o inerte.
- Etiológicos: este tipo de mitos explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
- Morales: estos explican la existencia del bien y del mal.
- Fundacionales: en ellos se cuenta cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses.
- Escatológicos: este tipo de mitos anuncian el futuro, el fin del mundo.
El mito de Osiris es un clásico de la
literatura egipcia y un claro ejemplo de lo que es un mito. Veámoslo a
continuación:
EL
MITO DE OSIRIS
Cuando Ra todavía gobernaba el mundo,
fue advertido de que su hija Nut (Rea), diosa de los espacios celestes, tenía
comercio secreto con Geb (Cronos), dios de la tierra, y que si en algún momento
diese a luz un niño, este gobernaría la humanidad, por lo que Ra maldijo a Nut
de manera que nunca podría tener un hijo en ningún día y ninguna noche del año
(“Así nunca Nut pueda dar a luz niño alguno ni en el transcurso del mes ni en
el transcurso del año”). El segundo fue
reservado para el nacimiento de Horus (Apolo), hijo de Osiris e Isis, el
tercero para Seth (Tifón), quien no nació ni en el tiempo que le correspondía
ni por el camino adecuado, sino rasgando el costado de su madre Nut. El cuarto
día nació Isis, entre las marismas, y el último Neftis (Afrodita, Teleuté y
Victoria). Con el tiempo Osiris se casó con su hermana Isis, a quien amaba
desde el vientre de su madre. Seth se casó con Neftis, pues al ser un dios sólo
una diosa podía ser su esposa. Isis, la más inteligente de los 4 hermanos,
obtuvo con destreza el nombre secreto de Ra, el nombre que le otorgaba poder y
grandeza y con el tiempo Osiris se convirtió en el Rey de Egipto. Cuando había
acabado su función Osiris partió a proclamar sus enseñanzas en otras tierras,
dejando a cargo de Egipto a Isis quien gobernó sabiamente en ausencia de su
marido. Tras el regreso de Osiris, Seth decidió dar un gran banquete en honor a
su hermano, e Isis, enterada de la posible conspiración advirtió a Osiris,
quien no vio nada malo en acudir al banquete. El cofre fue transportado hasta
el Nilo donde lo arrojaron. Isis, enterada de la traición de Seth, se propuso
encontrar el cadáver de su marido para darle la justa sepultura, digna de in
dios, y partió en su busca junto a su hijo Horus, también llamado Horus el niño
o Harpócrates, encontrando refugio en la isla de Buto en la que vivía Uadyet, a
quien los hombres llamaban también Buto o Latona, y le confió a Horus, temiendo
que el odio de Seth acabase con la vida de su hijo de la misma forma que había
acabado con la de su marido. Isis deambuló por toda la tierra en busca del
cuerpo de Osiris, preguntando a todos los que veía, pero no tenía efectos en
tales circunstancias. Además Isis descubrió meliloto en la corona que Osiris
había dejado cerca de Neftis, signo inequívoco del comercio que éste había
mantenido con su hermana Neftis, a quien confundió con la misma Isis. Más tarde
Isis, que sentía gran afecto por el niño, decidió hacerlo inmortal; quemando
sus partes mortales. En ese instante Isis adoptó su verdadera forma y la reina
advirtió que se encontraba ante una diosa. Cuando Isis recogió el cofre que
contenía el cuerpo difunto de su marido, se estremeció, dejándose caer sobre él
y de ella emergió un lamento tan profundamente agudo que el más pequeño de los
hijos del rey quedó como muerto en ese mismo instante. Isis cargó el cofre en
un barco ofrecido por el rey y partió hacia Egipto en compañía del mayor de los
hijos del rey. Isis, en un momento de
irritación desecó el curso. Cuando Isis se creía segura y solo decidió abrir el
cofre que contenía el cuerpo de su marido, a quien besó. Isis le descubrió y
fue tal la mirada que surgió de sus ojos que el hijo del rey falleció en el
momento. A su llegada a Egipto, Isis escondió el cofre en los pantanos del
Delta y acudió a Buto en busca de Horus. Seth, que se encontraba cazando
jabalíes una noche, encontró, por la luz de la luna, el cofre y lo reconoció. “¿No
es posible destruir el cuerpo de un dios?”. Isis debía empezar de nuevo su búsqueda,
pero esta vez no se encontraba solo, contaba con su hermana Neftis, esposa de
Seth, con quien estaba enfrentada en su rivalidad con Osiris y con Anubis, hijo
de Osiris y Neftis. En su búsqueda iba acompañada y protegida por 7
escorpiones, viajando por el Nilo en una barca de papiro, y los cocodrilos en
reverencia a la diosa ni tocaron los trozos del cuerpo, envolviéndolos en cera
aromatizada, y en cada lugar donde apareció un trozo, Isis entregó a los
sacerdotes la figura, obligándoles a jurar que le darían sepultura y venerarían,
además de consagrarle el animal que ellos mismos decidiesen al que venerarían
con los mismos honores en vida, cuando muriese y tras su muerta. Sólo un pedazo
quedó por recuperar, el miembro viril, comido por el lepidoto, el pagro y el
oxirrinco, especies que quedaron malditas a partir de ese momento, nunca más
ningún egipcio tocaría o comería pez de esta clase (estas especies inspiraban
terror a los egipcios). Isis reconstruyó el cuerpo y con su magia asemejó el
miembro perdido, consagrando así el falo, cuya fiesta celebrarían más tarde los
egipcios.
Los mitos me gustan pues mezclan mucha fantasía en las historias, el que mas me gusta es de Perseo y la medusa, al igual que el mito del Maíz, mito también popular.
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