EL TIEMPO NARRATIVO

Tiempo.

La temporalidad es cuando el autor sitúa su historia determinada, el ritmo con el que se desarrolla la trama. Con relación al tiempo se puede jugar con técnicas y recursos las cuales son;

       Técnicas.

Se emplea para estructurar totalmente el texto.

Tiempo lineal: El tiempo transcurre en orden cronológico.

Tiempo cíclico: La historia reinicia en el punto mismo en el que empezó.

Tiempo invertido: La historia comienza en un punto y desarrolla los hechos hacia el pasado.

Diario o epistolario:  La historia se cuenta con los escritos o cartas de el o los personajes, en los cuales se van indicando las fechas con precisión.

        Recurso.

Se aplican a ciertos momentos, y  no en la obra literaria completa.

Elipsis: Esta ruptura temporal, se utiliza para eliminar líneas argumentales y conseguir que la historia de saltos hacia adelante, cuando le convenga al autor, dinamizándola, o bien, ocultando información que se irá descubriendo a medida que transcurre la historia. La diferencia con el Sumario radica en que, la Elipsis, no resume, sólo apunta un hecho, indica algo sin dar información. Los datos y detalles los pasa por alto, no se explican los motivos. Ej.: Al día siguiente, cien años después, salió zumbando….

Ralentí: Es el recurso literario contrario al Elipsis,  la narración divaga deteniendo la acción y alargando el tiempo, lo cual contribuye a crear un suspenso.

Analepsis: Se hace un traslado atrás en el tiempo, usualmente siguiendo el recuerdo de alguno de los personajes, o bien, aportando los antecedentes del conflicto central que ya se ha presentado.

Prolepsis: Se hace un salto hacia delante en el tiempo, sin seguir un orden lineal; se adelanta la situación de los personajes hacia el futuro, después de lo cual, el curso de las acciones puede volver al orden temporal que había venido desarrollando antes.

Acronía (Silepsis): Este recurso consiste en que dos líneas temporales se van entrelazando a lo largo del relato.

Ucronía: Situarse en un momento histórico concreto, en el que el lector sabe lo que pasó, y a partir de ahí, decir que eso no ocurrió. Se trata de imaginar que hubiera pasado si las cosas no hubiesen sucedido como lo han hecho, sino de otra forma. Con la Ucronía se consigue interés, ya que se plantea una situación interesante.