La Versificación (V)

Entrega #5: Los acentos; pausa y cesura; rima.

Los acentos.

El acento es el elemento esencial en la versificación castellana, y su colocación influye de tal manera en la estructura y medida del verso que, con sólo variarla, pueden quedar destruidos y desaparecer por entero su armonía.

Existen diferentes clases de acentos. Acento prosódico de una palabra es la mayor elevación o intensidad de la voz, que recae sobre una de sus sílabas. La llevan todas las palabras, excepto las enclícitas y las proclíticas, que se apoyan en la anterior o en la siguiente para su pronunciación.

Acento ortográfico es un signo de puntuación que se coloca en determinadas palabras sobre la sílaba en que recae el acento prosódico. Este acento no interesa a la métrica.

Acento rítmico es el que une los diversos vocablos de una frase entre sí. Coincide siempre con uno de los prosódicos, y suele distinguirse por la mayor intensidad o duración que guarda respecto de los demás acentos prosódicos de la misma frase. Los acentos rítmicos pueden ser dominantes, o constituyentes, y accesorios. Los primeros son obligatorios; los segundos contribuyen a la armonía del verso, aunque no son esenciales.

REGLAS SOBRE LA ACENTUACIÓN. 1. Todos los versos castellanos llevan un acento predominante en la penúltima sílaba métrica. Ya hemos dicho que si el verso es agudo llevará el acento en la última sílaba (se cuenta una más), y si es esdrújulo, en la antepenúltima (se cuenta una menos).

2. No puede haber acento rítmico en dos sílabas consecutivas.

3. El acento predominante final ha de recaer siempre sobre una palabra importante, no sobre artículos, preposiciones, monosílabos...

4. Los versos de arte menor, además del acento predominante en la penúltima, pueden llevar acentos secundarios en cualquier sílaba.

5. Los versos de arte mayor se rigen por reglas especiales, pues en ellos la distribución de los acentos es más rigurosa que en los de arte menor.

Pausa y cesura.

Pausa es una ligera parada que debe hacerse al final de cada verso, además de las marcadas por los signos de puntuación.

Cesura es una pequeña pausa, corte o descanso, que se da en un lugar determinado del verso. Las partes en que éste queda dividido, iguales o desiguales, se llaman hemistiquios. Todos los versos largos suelen dividirse en dos hemistiquios.

Es importante saber distinguir entre cesura y pausa final del verso, ya que, si tuviesen las mismas características, cada hemistiquio sería un verso completo. La diferencia más marcada consiste en que la cesura permite la sinalefa entre las dos partes del verso que corta, mientras que la pausa no admite sinalefa entre los versos que separa.

Rima.

Es la igualdad o semejanza de sonidos que tienen algunas palabras, a partir de la última vocal acentuada.

La rima puede ser consonante y asonante.

Se da rima consonante o perfecta cuando todos los sonidos son iguales, a partir de la última vocal acentuada:

Soñé un verso vibrante y prócer, almo y sonoro,

diáfano y vasto como los mares que agita el viento,

y en cuyas calmas, si duerme dócil, el firmamento

refleja estrellas, lívidas lunas, soles de oro.

González Martínez

Y asonante, cuando desde el último acento sólo coinciden las vocales.

¡Oh luna. Cuánto abril!

¡Qué vasto y dulce el aire!

Todo lo que perdí

volverá con las aves.

J. Ramón Jiménez

Las rimas se denominan agudas, graves o esdrújulas, según sean las palabras que riman entre sí.

ADVERTENCIA SOBRE LA RIMA. La rima consonante tiene bastantes exigencias. La tradición de los clásicos castellanos reprueba el empleo de más de dos rimas consonantes iguales seguidar; sólo era una excepción la estrofa de la cuaderna vía, que consta de cuatro versos de la misma rima. Deben evitarse las consonancias demasiado fáciles, como las terminaciones de los adverbios en mente, de los tiempos de los verbos en aba, ia, etc., de los diminutivos. Pero se tolera la rima entre dos finales de distinta ortografía, si la pronunciación es la misma.

En la rima asonante se hacen ciertas concesiones. Así las vocales i y u finales pueden rimar, respectivamente, con e y o, porque todas ellas se relajan mucho en posición final. Cuando hay diptongo en la sílaba tónica, sólo se atiende a la vocal fuerte. Las palabras esdrújulas basta que tengan igual la vocal tónica y la última.

Lo que no se admite, ni en la consonante ni en la asonante, es que una palabra rime consigo misma, aunque desempeñe dos oficios gramaticales distintos, ni que se mezclen en la misma composición rimas asonantes y consonantes, ni que en la misma estrofa las consonantes sean a la vez asonantes.

El ripio, o sea toda la palabra o frase que se emplea únicamente para dar la medida del verso o satisfacer la ley de la rima, constituye siempre una mácula. En algunos poetas son ripiosos versos enteros.

Verso libre.

Además de los versos con rima asonantada y aconsonantada, existe el verso libre, que no se sujeta a rima. Muy esporádicamente usado por los clásicos, conoció alguna boga después del Modernismo. El verso libre moderno sólo atiende al acento, que, cuidadosamente distribuido, produce el ritmo interno, algo semejante a la versificación por, pies de las antiguas literaturas clásicas.

Bibliografía:

Oca, F. M. (1971). La versificación. En F. M. Oca, Teoría y técnica de la Literatura (pág. 101-104). México, D.F.: Editorial Porrúa.

Ésta fue la última entrega sobre la versificación, y además fue la quinta entrada del blog por lo que la siguiente será un ejercicio de evaluación. Como lo comenté en la entrega #4, la siguiente será una entrega evaluativa la cual consistirá en una serie de reactivos que deberás contestar. Toda la información para realizar el ejercicio se encuentra en las 5 entregas vistas (la entrega especial no se cuenta para la evaluación). Deberás elaborar un documento de Word en el que resolverás las actividades. Dicho documento lo enviarás al correo electrónico que se proporcionará en la entrega de evaluación. No comas ansias, la entrega de la evaluación detallará los requisitos y las actividades.