lunes, 26 de enero de 2015

FRANZ KAFKA


Uno de los escritores más originales e influyentes del siglo XX


La vida y la obra de Franz Kafka rebosan singularidad. No en vano el adjetivo kafkiano forma parte ya de varias lenguas, incluyendo el español. Su influencia es reconocida por otros escritores de la talla de Jorge Luis Borges o Albert Camus, para citar un par de ejemplos, y sus relatos siguen siendo leídos y estudiados con particular énfasis en todo el mundo occidental. Por ello conviene tener presentes los aspectos fundamentales de su nada fácil existencia y de sus escritos, que resumimos a continuación.


Franz Kafka nació en Praga en 1883, en una familia judía. Su padre era un mediano comerciante y su madre provenía de una familia acomodada. Tuvo 2 hermanos que murieron durante la infancia y 3 hermanas que perecieron en los campos de concentración del nazismo. Además del checo, hablaba alemán, el idioma de su madre, y que utilizó en todos sus escritos.

En la universidad, comenzó a estudiar Química, luego se cambió a Historia del Arte y Filología Alemana, hasta que estudió Derecho (por presiones de su padre), carrera en la que se doctoró en 1906. Entre 1908 y 1922 trabajó en una agencia de seguros. En 1917 se le diagnosticó una tuberculosis, que fue agravándose, por lo que tuvo que estar internado en varias oportunidades, y que le causó la muerte en 1924, mientras se encontraba recluido en el sanatorio de Wiener Wald, cerca de Viena. Tenía 40 años.

Además de su precaria salud, otros dos aspectos influyeron en la vida y, en consecuencia, en el carácter y temperamento de Kafka. Por una parte, la figura tiránica y controladora de su padre, que además lo menospreciaba y presionaba excesivamente. Por otro, sus amores frustrados. Mantuvo varias relaciones con mujeres de diferentes estratos sociales, y llegó a estar comprometido hasta en 3 oportunidades con dos pretendientes, sin que se concretara nunca el matrimonio.

Todo esto hizo que Kafka fuese una persona muy introvertida y melancólica, aunque poseía una inteligencia y un ingenio más que sobresalientes. La combinación de estos tres factores es tal vez lo que ha producido varias de las más originales e interesantes obras de la literatura contemporánea.


La obra de Franz Kafka

Aunque Kafka logró publicar varios textos en vida, básicamente relatos cortos, sus obras más importantes se editaron de forma póstuma, gracias a su amigo Max Brod, que desoyó el deseo de Kafka de que fuesen quemadas. Si fuésemos a mencionar sus trabajos más conocidos e influyentes, estos serían:

La metamorfosis (compara precios), también conocida como La transformación, publicada en 1915. Se trata de una novela corta, que narra cómo Gregor Samsa, un joven dependiente de comercio cuyo trabajo es el sustento de toda su familia, despierta un día convertido en un horrible insecto, y cómo reaccionan los demás ante este hecho.

El proceso (compara precios), en la que el protagonista, Josef K, es detenido y comienza a ser juzgado por motivos que no conoce. Su vida se convierte en una pesadilla al no lograr que le expliquen las razones por las que es procesado, pese a intentar todo tipo de recursos.

El castillo (compra directamente), narra la historia de K, un agrimensor supuestamente contratado por las autoridades de un pueblo, pero que no logra acceder al castillo donde debe concretar los términos de su contrato, debido a las trabas burocráticas interminables y absurdas que se le interponen.

América (compra directamente) rebautizada en 1982 como El desaparecido, sobre las peripecias de Karl Rossmann, un adolescente a quienes sus padres envían a Estados Unidos a estudiar luego de haber tenido un hijo con la criada, y quien se encuentra durante su estancia con una serie de pintorescos personajes y situaciones curiosas.

Tanto El proceso, como El Castillo y América son obras inconclusas, publicadas póstumamente, apenas unos años después de la muerte de Kafka, y que captaron de inmediato la atención de la crítica y del público.

Casi igualmente populares son las recopilaciones de cartas y anotaciones en sus diarios, destacando su Carta al Padre, de 1919.
La temática y el estilo de Franz Kafka

Aunque de un lenguaje cuidado y preciso, las obras de Kafka no se distinguen por un estilo literario singular. Normalmente escritas desde la perspectiva de un narrador ominisciente, con los necesarios diálogos entre los personajes, tienen una estructura lineal en el tiempo, sin anacronías.

Lo que hace que este escritor haya sido una fuente de inspiración y llamado la atención de la crítica, de sus colegas y del gran público, es la temática de sus obras. En efecto, en todas plantea hechos que en principio pueden ser normales pero que se convierten en surrealistas. Por eso el término kafkiano define situaciones absurdas y angustiosas.

Sus relatos son verdaderas parábolas que, mediante una reducción al absurdo, reflejan la desesperación de los seres humanos ante aspectos que no parecen tener lógica (o que, sencillamente, no la tienen) y sobre nuestras propias debilidades e inseguridades. Denotan una gran angustia existencial, muy propia del siglo XX.

Así, en La metamorfosis, por ejemplo, refleja, tanto la incomprensión del ser humano frente a quienes son diferentes, como el egoísmo (la apatía como la familia de Gregor va dejándolo morir, pese a que había sido el sustento económico de ella) o el sentimiento de inferioridad y subestimación que podemos autoinflingirnos.

En El proceso y El castillo, Kafka refleja la angustia frente a una burocracia que lejos de funcionar para resolver las cosas, establece toda una regulación compleja y a la vez difusa para complicarlas más, y cómo no podemos escapar de ella.

1 comentario:

  1. Ya había escuchado sobre la obra la metamorfosis pero no sabía quien la escribió hasta ahora, siempre se aprende algo nuevo, bien Pau

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