viernes, 30 de enero de 2015

LA EXPOSICIÓN




La exposición se utiliza para presentar el contenido de un tema con la intención de explicar y desarrollar una serie de ideas y así transmitirlo de manera clara y convincente a los demás. Los textos en los que predomina la exposición se denominan textos expositivos.


Características de la exposición
La exposición es un tipo de discurso cuyo fin primordial es transmitir información. Es una de las manifestaciones de expresión propias de los textos didácticos. Esta finalidad se puede concretar de formas muy distintas, ya sea en lengua oral o escrita: son exposiciones el artículo especializado en el que un científico da a conocer sus descubrimientos, la noticia periodística mediante la cual esos mismos descubrimientos se divulgan, el ejercicio de examen en el que un alumno desarrolla un tema propuesto o la explicación oral que un guía realiza mientras enseña un museo a un grupo de turistas. En cualquiera de esos casos el emisor debe tener un conocimiento profundo del tema que trate. 

Para que el propósito informativo característico de la exposición se cumpla de manera satisfactoria, el texto expositivo debe reunir una serie de cualidades, entre las que se cuentan la claridad, el orden y la objetividad. Todo texto expositivo, en efecto, debe presentar sus contenidos de forma comprensible para el interlocutor (claridad), organizados según un determinado criterio (orden) y sin valoraciones personales injustificadas (objetividad).

Los elementos de la exposición

El discurso expositivo tiene lugar en una situación de comunicación que viene determinada por tres elementos: el emisor, el receptor y la relación que se establece entre ellos.  
            El emisor ha de poseer unos conocimientos suficientes acerca del tema de la exposición y la voluntad de transmitir esos conocimientos de una manera objetiva y, a la vez, comprensible para su potencial receptor; puede tratar de influir sobre el comportamiento de los demás, además de informar. Puede ser individual o colectivo, y particular o institucional.
            El receptor es la persona o el grupo a quien va dirigida la exposición. El tono y el léxico deben estar adaptados a la naturaleza y el nivel de conocimientos de los receptores.  Puede ser un experto en la materia, ignorarla por completo o poseer algunos conocimientos sobre ella. De este nivel de conocimientos dependerá el objetivo con el que se acerque al texto: encontrar una información inicial sobre un tema, ampliar lo que ya sabe o acceder a las últimas investigaciones de la disciplina en la que es un especialista.
            La relación entre emisor y receptor es básica para que la información se transmita de una manera efectiva. El emisor ha de adaptar su exposición al tipo de receptor al que va a dirigirse: solo así conseguirá dar a su intervención el nivel y el tono adecuados.


Ordenar la información en el párrafo

La información se puede ordenar en el párrafo según distintas estructuras:
            Estructura deductiva. La idea principal se enuncia al principio, y a continuación se explica, se demuestra o se desarrolla. Ejemplo:
            Estructura deductiva Los avances científicos son sumamente beneficiosos para la humanidad. En primer lugar, porque permiten combatir numerosas enfermedades. Y, en segundo lugar, porque hacen más cómoda nuestra existencia.
            Estructura inductiva. La información más relevante se expone al final del párrafo y se presenta como conclusión de lo dicho anteriormente. Ejemplo:
            Estructura inductiva Los avances científicos permiten combatir numerosas enfermedades. Por otra parte, hacen más cómoda nuestra existencia. Podemos concluir, pues, que el desarrollo de la ciencia es sumamente beneficioso para la humanidad.
            Estructura paralela. El párrafo se organiza como una sucesión de ideas que no quedan subordinadas unas a otras. Ejemplo:
            Estructura paralela Los avances científicos permiten combatir numerosas enfermedades. Por otra parte, hacen más cómoda nuestra existencia. Además, nos permiten soñar con un futuro en el que el ser humano será dueño absoluto de su destino.

Recursos lingüísticos de la exposición

Según la forma que adopta la exposición se usan unos conectores específicos:
   En las exposiciones en forma narrativa predominan los conectores temporales u ordinales (primero, después, por último…).
   En las exposiciones en forma descriptiva abundan los conectores espaciales (delante, arriba…), los de contraste (a diferencia de, por el contrario…) y los distributivos (por una parte, por otra parte…).
   Las exposiciones en forma argumentativa presentan como conectores característicos los de causa-efecto (porque, de manera que…).

Clases de exposición

La exposición se puede organizar según distintos esquemas textuales y temáticos. Si se atiende a su forma, puede ser narrativa, descriptiva o argumentativa; si el punto de vista se centra en el contenido, será científica, didáctica o periodística.



Clasificación textual de la exposición

La palabra exponer remite, entre otras cosas, a la idea de explicar algo o hablar de algo para que los demás lo conozcan. Así pues, podemos definir la exposición como el tipo de discurso que tiene por objeto transmitir información. Claridad, orden y objetividad son las principales características de la prosa expositiva.
        

        
La exposición en forma descriptiva. La forma descriptiva es típica de las exposiciones que se centran en la caracterización de una determinada realidad que se presenta ante el receptor; también es frecuente en las clasificaciones o comparaciones. Ejemplo: “El tronco racial negroide se caracteriza porque las personas que lo componen tienen la nariz ancha, los labios y los ojos grandes, la piel oscura y el pelo negro y muy rizado. “
         
La exposición en forma argumentativa. La exposición en forma argumentativa se distingue por el análisis razonado del tema, que lleva a establecer relaciones de tipo causal. Ejemplo: “La ampliación del comercio internacional y la mejora de los mecanismos financieros hicieron que en el siglo XVIII la economía pasara a estar controlada por la burguesía. “
Clasificación temática de la exposición

Los textos expositivos también se pueden clasificar según su temática:

Científica
Tema especializado. Exige orden, rigor y precisión.
Didáctica
Temas de conocimiento. Precisa orden, claridad y exactitud.
Divulgativa
Está dirigida al público en general. Trata temas de interés y tiene un estilo sencillo y claro.
Humanística
Exige análisis reflexivo, orden, claridad y desarrollo dialéctico.
Periodística
Presidida por un dominio de la objetividad, claridad y exactitud en la información que transmite.


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