martes, 27 de enero de 2015

LITERATURA CLÁSICA UNIVERSAL

Lejos de convertirse en textos anacrónicos u obsoletos, las obras maestras de la literatura universal continúan influyendo en las nuevas generaciones, como lo han hecho por siglos. Aunque estén redactados en un lenguaje a veces recargado o aparentemente difícil de entender, si los leemos con calma y saboreando cada una de sus palabras, descubriremos por qué estas clásicas novelas, obras de teatro o poemas son joyas maravillosas de la creatividad humana.





La Ilíada y la Odisea, de Homero

Estos dos poemas épicos, escritos hace alrededor de tres milenios y atribuidos a Homero, han sido la base de toda la literatura occidental. Sus historias y personajes han sido también una fuente de inspiración para diferentes manifestaciones del arte: la pintura, la escultura, la música e incluso el cine.

La figura del héroe, la influencia de las pasiones personales de los poderosos como origen de los conflictos entre pueblos, el efecto de la ausencia y del largo viaje que representa a la vida, son temas recurrentes y fundamentales tanto en la lírica como en la dramaturgia y en la novela de los siglos posteriores.


Hamlet, de William Shakespeare

No es casualidad que la frase "ser o no ser, he ahí el dilema", del acto tercero, escena 1 de La tragedia de Hamlet, príncipe de Dinamarca, escrita por el dramaturgo inglés William Shakespeare, sea la más famosa de toda la literatura universal.

En fecto, el bardo de Avon, como apodaron a Shakespeare, logró con Hamlet dar un giro copernicano al teatro de la época, que se centraba en los acontecimientos más que en los personajes, para resaltar las angustias existenciales del protagonista y convertirlo en el eje de la obra.


Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

Considerada una obra maestra de la literatura española y universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, fruto de la creatividad de Miguel de Cervantes Saavedra, es una de las novelas más leídas desde la publicación de su primera parte, allá por 1605.

El personaje principal, Don Quijote, encarna la figura del idealista solitario que lucha contra obstáculos invencibles, aferrado a valores y principios cada vez menos estimados: el amor, el honor, la justicia. Su locura no es más que una metáfora que refleja la incomprensión del mundo frente a dichos valores.


La Divina Comedia, de Dante Alighieri

La divina comedia, de Dante Alighieri, es no sólo la obra más destacada de la literatura italiana, sino que se ubica a la altura de las mejores a nivel universal. Cargada de simbolismos, este poema épico mezcla el tema religioso con el mitológico, sintetizando la cultura de la época.

Sus reflexiones sobre diferentes aspectos de la fe, el pecado y la virtud tratan de llevar la religión a otro campo diferente de la teología, dando un cariz más humano a unas discusiones que no son meramente filosóficas.


Romeo y Julieta, de William Shakespeare

La popularidad que ha tenido esta historia sobre los llamados amantes de Verona, hace que debamos incluirla en esta corta lista de joyas de la literatura universal. Aunque el tema del amor imposible entre jóvenes impetuosos no era nuevo para cuando Shakespeare decidió llevarlo a las tablas, su enfoque y estilo lo han inmortalizado.

El estilo impecable de la obra, en la que Shakespeare logra combinar comedia y tragedia en una misma pieza, incluyendo un sinnúmero de recursos literarios, la convierten también en un referente universal para varias manifestaciones artísticas.

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