La argumentación es el
mecanismo que relaciona la información concreta con las abstracciones y
generalizaciones; es decir, es el proceso que relaciona datos, siguiendo las
reglas del pensamiento crítico, para obtener información nueva. De esta
manera, podemos decir que el propósito principal de los textos argumentativos
es legitimar explícitamente la información nueva que proporciona el texto,
por medio de datos empíricos, razonamientos o pruebas; en otras palabras, la
función primordial de la argumentación es persuadir al lector de lo que se
afirma.
Según Álvarez, en su
libro Escribir en español, los componentes básicos de la argumentación son
presentar una información dada o de saber general y una información aducida
que puede relacionarse con la antes mencionada para llegar a una conclusión.
Ambos tipos de información conducen a información nueva, otra conclusión, o
al contenido nuclear del texto (74). La información nueva se obtiene gracias a
la asociación de ideas, datos, ejercicios, bibliografía y razonamientos
lógicos; es decir, al ejercicio del pensamiento crítico. Es por esto que la
argumentación es un medio de comunicación importante, de generación de
nuevas ideas y conocimiento.
Estructura
Se parte de la
presentación de una tesis o hipótesis para, posteriormente, demostrar la
validez de ella, por medio de razonamientos e información que conduzcan a una
conclusión. De esta manera, el texto argumentativo suele organizar el
contenido de la siguiente forma:
· Introducción: parte de una breve exposición en
la que el autor intenta captar la atención del lector y despertar en él una
actitud favorable. También es en la introducción donde se plantea, de forma
clara y concisa, la tesis o hipótesis del autor.
· Cuerpo argumentativo: es el desarrollo de la
sustentación. En este apartado se presentan las pruebas, inferencias o
argumentos que sirven para apoyar o refutar la tesis planteada en la
introducción; es decir, se exponen las ideas y las formulaciones derivadas de
la hipótesis, los argumentos demostrativos, la refutación de objeciones y,
finalmente, se confirma la postura sostenida por el autor. El cuerpo
argumentativo puede caracterizarse como estructura monologal (si es la voz de
un solo sujeto) o estructura dialogada (múltiples sujetos con opiniones
diversas, como en los debates).
· Conclusión: presenta una síntesis de las ideas
expuestas en el cuerpo argumentativo; brinda sugerencias o aportaciones
pertinentes sobre el tema, así como las nuevas propuestas que deriven de la
investigación, o de la refutación de la tesis.
En el siguiente esquema
puede observarse que cada uno de los elementos del proceso argumentativo está
interrelacionado, de tal modo que constituye un solo cuerpo textual que se
comportará de manera particular cuando se adapte a un artículo, ensayo, tesis
o tesina...
Un modelo
básico de argumentación
El modelo de Toulmin
(135) presenta una estructura básica del argumento, desde un punto de vista
lógico. Según este modelo, todo argumento sin importar el tipo, contiene las
siguientes partes:
La aserción es la tesis
que se va defender, a demostrar y sostener ya sea de forma oral o escrita: es
el propósito de toda argumentación. La tesis debe de mantenerse por medio de
la evidencia, que aporta la información o datos escenciales para sostenerla.
Sin embargo, la evidencia no es sufiente para una buena argumentación, así
que se necesita de la garantía. Ésta evalúa si tanto la aserción como la
evidencia son válidas y apropiadas. A su vez, apoyamos la garantía en el
respaldo, que puede ser un código, una creencia arraigada en la sociedad,
estadísticas, estudios científicos o de autoridad. Por otro lado, el
cualificador modal especifica el grado de certeza, los términos, la fuerza de
la aserción y y las condiciones que la limitan. Finalmente, el autor debe
preever las debilidades de sus argumentos y transformarlos a su conveniencia, a
lo cual se le llama reserva. La reserva son posibilidades alternas a la
conclusión presentada que ayudan a presentar una arguentación sólida.
Técnicas
argumentativas
Existen diferentes modos
de presentar y llevar a cabo la argumentación. La más común es, según el
orden de los componentes, ya sea por medio de la deducción (se inicia con la tesis
y posteriormente con la argumentación) o la inducción (la tesis se expone
después de los argumentos). Por otro lado, el argumentador, puede echar mano
de estrategias que le permitirán sostener de manera eficaz su opinión, y
concluir de manera verosímil:
· Argumentos basados en la
generalización:
abstraen lo común y esencial de las cosas para formar un concepto general; es
decir, generalizar algún dato, información o idea. Ejemplo: El
argumentar mis propias ideas, me ayuda a
desarrollarlas.
Por esta razón, la argumentación fomenta el pensamiento crítico.
Otras son las
generalizaciones indiscutibles: La generación espontánea no
existe.
· Argumentos basados en la analogía: comparar o buscar
relación entre dos o más razones, conceptos, datos; es decir, buscar la
similitud entre diferentes situaciones o eventos.
· Argumentos causales: argumentar que un
evento o situación determinada es el resultado o el efecto de un factor
determinado. Ejemplo: Toda
mi vida estuve en contacto con químicos dañinos para la salud, debido a ello
sufro de cáncer en los pulmones.
· Argumentos de autoridad: utilizar algún
recurso de respaldo de nuestra opinión para fortalecer la argumentación.
Ejemplo: Según
el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, psicótico
significa la pérdida de los límites de sí mismo y de la evaluación de la
realidad. También
decimos que es recurrir a un especialista sobre el tema y citar sus ideas o
comentarios con la finalidad de crear un argumento
sólido. .
· Argumentos basados en principios: utilizar principios
aceptados por la sociedad y mostrar cómo éstos se relacionan con lo que se
intenta argumentar. Ejemplo: La lectura y la escritura son consideradas por
la sociedad, indispensables para el deserrollo de ésta misma. Por lo tanto, en
México es indispensable fomentar y mejorar los programas de lectoescritura si
se quiere construir un mejor país.
· Contraste de ideas: contraponer o mostrar
la diferencia entre dos o más ideas.
A continuación
presentamos una serie de sugerencias para una buena argmentación:
·
Usar
argumentos claros y cortos.
·
Partir
de premisas fiables y concretas.
·
Ordenar
las ideas y los argumentos de la forma más conveniente.
·
Utilizar
un léxico específico, concreto, claro y con términos consistentes.
·
Utilizar
ejemplos, contrastes, analogías para argumentos sólidos.
·
Utilizar
fuentes bibliográficas confiables y de autoridad.
·
Utilizar
argumentos lógicos, deductivos y de contraste.
La
argumentación y otras estructuras retóricas
La argumentación suele
combinarse con el resto de las estructuras retóricas (narración,
exposición/explicación y descripción) con diferentes fines. Es muy común
que los textos argumentativos estén combinados con el discurso expositivo
(pretende informar) y con el explicativo (pretende aclarar) porque estos ayudan
a la construcción de argumentos sólidos. La exposición se utiliza para
informar, información que sirve para convencer o persuadir a alguien de la
propuesta establecida.
Por otro lado, aunque la
narración y la descripción son menos frecuentes en los textos argumentativos,
también suelen utilizarse normalmente como herramientas que ayudan a persuadir
al lector. Por ejemplo, narrando una historia que ayude a sostener el argumento
presentado. Finalmente, podemos afirmar que cada una de las estructuras
retóricas complementa y ayuda a la realización de las otras.
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